21 oct 2013

Crowdfunding ¿el pez grande se come al chico?



Hoy un amigo comentaba en las redes sociales como el crowdfunding de un juego iniciado por un conocido autor, había perjudicado a otros proyectos más modestos, ya que él veía como estos últimos habían dejado de crecer, o incluso algunas personas estaban retirando su apoyo. Todo esto siendo su impresión y sin aportar ningún dato que corroborará su “teoría”.

En el debate que se originó a raíz de este comentario, surgieron un par de enlaces a viejas entradas de Kickstarter en su blog, que voy a aprovechar para comentar hoy aquí.

Lo principal para mi con este artículo es desmontar algunos mitos que se han formado en torno a la financiación colectiva o crowdfunding y que parece ser, por los datos que se manejan en la red y el crecimiento de las plataformas dedicadas al mecenazgo que tienen poco de ciertos.

El primer mito y creo que el más dañino es:

“El crowdfunding es solo para empresas o particulares que están empezando

El otro también traído por los pelos:

"Los proyectos grandes de empresas pudientes quitan mecenas a los proyectos más pequeños"


En primer lugar, las plataformas de crowdfunding, en ningún caso especifican ninguna condición que limite la participación de empresas que no sean nuevas, sean pequeñas, medianas, grandes o multinacionales, así que en un principio no hay problema con ellas. Parece que el dilema viene para algunos a nivel ético o moral, ya que parece ser que si una empresa podría financiar ese proyecto sin usar el mecenazgo, no debería usarlo.

Yo nunca he entendido esto, ya que uno de los principales atractivos de la financiación colectiva es claramente conocer de antemano el número de posibles compradores interesados en tu producto, y esto, es independiente del tamaño de la empresa que se anima a lanzar su proyecto a una financiación de este tipo. No nos confundamos, un proyecto exitoso, es mucha publicidad, y algunas empresas van por ahí, pero... hay quienes dicen que se elimina el riesgo, y se confunden; un proyecto que fracasa es una de las peores publicidades para una empresa asentada y probablemente ese producto nunca verá la luz, si la empresa es un poco seria.

El principal argumento de los que están en contra de las grandes empresas o personajes famosos implicados en este tipo de financiación es que “no les hace falta" y que “dejen sitio a los pequeños”. Pues bien, este artículo de la conocida web de crowdfunding Kickstarter nos ilustra con datos, como este tipo de proyectos beneficia claramente a los proyectos pequeños de varias formas. La más interesante es acercando a gente que de otra forma no lo hubiese hecho al mundo del mecenazgo.

En el artículo anterior vemos como el proyecto de la película de Veronica Mars que recaudo más de 5 millones de dolares, y fue apoyado por más de 91.000 personas, aporto a Kickstarter 55.000 nuevos usuarios.

Habrá a quien esto no le diga nada, pero es que la cosa no queda ahí. Muchos de esos usuarios tras darse de alta, siguieron apoyando otros proyectos, llegando a aportar más de 400.000 dolares en otros 2200 proyectos de películas.

Esto nos lleva a la otra entrada del blog de Kickstarter, donde se centran en este fenómeno de forma más concreta y con más datos.

En este caso, además de centrarnos en si los proyectos grandes quitan publico a los pequeños, también nos fijaremos en si al haber muchos proyectos, es más complicado que el tuyo, o el que a ti te interesa, consiga financiación.

Para esto nos detendremos primero en un proyecto que disparo por las nubes en su momento tanto participación como importe financiado, superando los tres millones de dolares y 80.000 usuarios.

Double Fine Adventure


Para empezar, creo que todos tenemos claro de que va esto de la financiación colectiva, si no es así, por favor, detente un momento y visita este artículo sobre el tema.

Una vez claro que es la financiación colectiva, debemos tener en cuenta que cada vez que comienza un nuevo proyecto, y se presenta a una web que proporcione estos servicios de financiación, el mismo proyecto arrastra a la web a sus seguidores más acérrimos. Sean estos seguidores o no de la plataforma de financiación, entran a participar en el proyecto de su interés, y de esa forma descubren que con su dinero pueden hacer realidad proyectos que les interesen realmente.

El 8 de febrero de 2012, Double Fine Adventure, con Tim Schafer (si no te suena este nombre seguro que sí te suena Maniac Mansión, Day of the Tentacle, Monkey Island, Grim Fandango...) a la cabeza hizo “saltar la banca” de Kickstarter al conseguir los 400.000 dolares que necesitaba para su nueva aventura gráfica en apenas ocho horas, y finalmente más de 3.300.000 dolares al finalizar el plazo de financiación y más de 87.000 mecenas.

En este proyecto entraron 60.000 usuarios a aportar dinero por primera vez en Kickstarter, atraídos por el mago de las aventuras gráficas, pero lo mejor no es eso; es que vinieron para quedarse.

Si atendemos a los datos que aporta Kickstarter, estos 60.000 usuarios que por primera vez apoyaban un proyecto en su web, se quedaron y ni cortos ni perezosos, siguieron apoyando otros proyectos, y así la web experimento un importante crecimiento en la financiación de proyectos de video-juegos, como se aprecia en la imagen de abajo

Apoyos a proyectos de videojuegos sin incluir Double Fine


Durante los dos primeros años de Kickstarter, financiaron 1.776.372 dolares en proyectos de video-juegos, en las seis semanas posteriores a Double Fine Adeventure, consiguieron 2.890.704, son contar lo aportado para la aventura gráfica (6.227.075 dolares contando con Double Fine).

No contentos con eso, nos muestran que hicieron esos 60.000 nuevos mecenas tras apoyar la aventura de Tim, y podemos ver que aportaron 887.171 dolares en 1.266 proyectos diferentes, y no solo para video-juegos, aunque si la mayoría, 250.000 dolares fueron a parar a categorías diferentes.

Esto apoyaron los mecenas que llegaron a KS a través de Double Fine



El segundo crowdfunding exitoso del que vamos a hablar hoy es el de un webcomic:

Order of the Stick


En este caso el éxito llego para esta serie de cómics muy rolera, y muy friki, que simplemente buscaba reimprimir los cómics que el autor (Rich Burlew) había estado auto-editando durante años.

El caso es similar al anterior, aquí tenéis los números: OOTS reunió más de 1.250.000 dolares y más de 14.900 usuarios, de los cuales 11.000 eran por primera vez mecenas de un proyecto en Kickstarter. Siguiendo el argumento del anterior tema que hemos tratado, KS nos presenta un gráfico con la incidencia en otros proyectos de cómics en la semanas siguientes a la salida de este proyecto

Apoyos a proyectos de cómics sin incluir OOTS.


Los mecenas en proyectos de cómics pasaron de una media de 780 a la semana a doblarse con 1.653 por semana. La cosa no acabo ahí, y podemos ver que hicieron esos más de 11.000 nuevos mecenas tras apoyar un proyecto como el de Order of the Stick; pusieron 206.766 dolares en 722 proyectos diferentes:

Esto apoyaron los mecenas que llegaron a KS a través de OOTS


Finalmente los datos son bastante claros, los proyectos nuevos, llevan gente nueva al mundo de la financiación colectiva, y tras una experiencia tan gratificante como es formar parte de un proyecto así, podemos ver que muchos de ellos se animaron a seguir participando en otros, lo que sin duda aporta una importante entrada de capital a proyectos ajenos al llamado “blockbuster”.

Espero no estar equivocado confiando en las cifras de Kickstarter, ya que mientras no tenga indicios de lo contrario, la honestidad de la empresa en su blog, por ahora, no está en absoluto en entredicho y varios de estos datos se pueden verificar.

Ahora solo falta que alguien con la opinión contraria, que realmente crea que estos proyectos perjudican a los más pequeños, nos de algún tipo de dato o indicio que nos haga darnos cuenta del error.



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